lunes, 17 de junio de 2013

Crónicas de la Decápolis: Sunday's Sessions S1 "Heroes" - Cartas de The Riveter a su sucesor [Parte 1 de 2]



The Riveter
Perdido en acción
(1939 - 1942)
Los primeros registros dicen que The Riveter, el Remachador, desapareció en batalla en 1942, pero eso va a cambiar, y antes de reajustar la historia, quiero contarte a ti, mi sucesor, esta historia. Mi historia.

Sinceramente no espero que lo entiendas porque yo misma no lo entiendo, pero lo cierto es que el 19 de agosto de 1942, cuando desembarcamos en Diepe durante la Operación Jubilee, la Luftwaffe me disparó con una luz cegadora que me transportó poco más de 70 años en el futuro.

Era abril del 2013, el cielo era de un azul brillante y perfecto, pero yo no tenía tiempo para apreciar su pacífica belleza, mi mente estaba en la batalla. La última vez había pasado tres días sin más alimento que unas hogazas de pan que se iban endureciendo conforme pasaba el tiempo. Entonces lo noté, todo a mi alrededor había cambiado: edificios gigantescos recubiertos de cristal y acero, ¿era acaso alguna clase de ilusión? No. No lo era. No tuve tiempo de reaccionar, vi que un bólido se acercaba a mí, un borrón negro y azul. En reflejo desplegué la gatling que llevo en la espalda y la apunté directo. El extraño se detuvo. Tenía apenas la complexión de un chico, rubio, enmascarado, embutido en un traje de una sola pieza. Lo primero que pensé fue que los Nazis habían descubierto el secreto del súper soldado Patriot y lo habían reproducido. Había visto a Patriot pelear y no quería enfrentarme a sus habilidades.

El jovencito resultó ser Gygavolt, héroe de Ciudad Zero, quien me explicó que, en esa línea temporal, los Aliados habían ganado la guerra, el Muro había caído y el mundo, aunque pacífico, tenía otro tipo de guerras qué librar.

Cuando finalmente reaccioné, me di cuenta que no tenía a dónde ir. habían pasado más de setenta años en un abrir y cerrar de ojos. Mi padre había sido llevado a un campo de concentración mientras yo estaba en Midway y ahora no tenía manera de hacer algo para sacarlo de ahí... seguramente estaría muerto ya. Con suerte el gobierno no habría expropiado la casa del Teniente Steel... nuestra casa. Lo que hubiera pasado con la Liga de la Libertad era mi siguiente punto a investigar.


中村
(Nakamura Arashi)
Fotografía de 1940
Llegué caminando como el Remachador. La casita seguía ahí, igual que antes, mismos colores, mismas flores en el jardín. Como si solo ahí se hubiese detenido el tiempo  mientras que al rededor la arquitectura era totalmente diferente. Abrí la puertecita de la cerca con cuidado y me aproximé hasta la puerta principal. Toqué despacio. Estaba nerviosa y asustada. Atendió un hombre que me pareció muy familiar: viejo, muy viejo, en silla de ruedas, me apuntaba con una escopeta. Su expresión era una mezcla entre sorpresa, incredulidad, esperanza y tristeza. "No estoy para juegos", dijo. Me hizo pasar. "¿Arashi?" preguntó. Abrí la armadura y salí de ahí. Solo atiné a preguntar como él "¿Michael?". Hablamos un rato. Fue una conversación incómoda, después de todo, ¿qué había para decir? Michael era mi prometido, íbamos a casarnos apenas terminara la guerra. Teníamos planes para un gran futuro y yo había desaparecido en Diepe durante 70 años.

La casa seguía exactamente igual, incluso mi cepillo y mi espejo de mano estaban en su lugar. Michael se había quedado con la casa y arregló todo para que pareciera que aún vivíamos ahí. Aunque todo parecía detenido en el tiempo, él había envejecido y muchas cosas habían cambiado: Luego que Patriot resultara ser un soplón, revelando la identidad de Lady Liberty. Laureen no tuvo dónde esconderse. Michael, antes de que Patriot dijera nada, decidió que si lo único que le quedaba era su identidad, no dejaría que nadie la revelara más que él mismo. Entonces todos supieron que él, Michael O'Connor, era Freedom Eagle, y además señaló a Jack Simmons como Patriot.

Michael se dedicó a las bienes raíces y luego, cuando la edad no le permitió continuar, abrió una tienda de armas donde durante un atentado recibió varios disparos y perdió las piernas... El futuro no es para nada alentador.

Encima estaba el Servicio de Intervención Élite del Gobierno Americano (A.E.G.I.S por sus siglas en inglés), una división del Departamento del Tesoro que había sido creada por Patriot.

Las cosas habían ido muy mal y me sentía responsable por ello aunque mi desaparición no hubiese sido decisión mía. La única solución que encontré fue buscar la manera de regresar para enmendarlo todo. Si los malditos Nazis habían desarrollado la tecnología para viajar en el tiempo, en este futuro debía seguir existiendo.

Durante el tiempo que estuve ahí conocí a otros héroes además de Gygavolt, el jovencito de corazón puro y honor intacto estaban Atan, un mentalista un poco paranoico; Funny-D, una vigilante con la cara pintada de payaso, siempre mostrando una sonrisa para ocultar la soledad de su corazón; Viper, a quien habían usado como conejillo de indias y su memoria estaba vacía. Hubo más, muchos más, otro vigilante, una chica que hacía portales, un robot policía, un violinista que controlaba demonios, hasta estuvimos en una fortaleza espacial. Las primeras semanas fueron una verdadera locura.

Pronto tuvimos ocasión de enfrentarnos a un enemigo escurridizo, un ladrón de bancos que, literalmente, desaparecía el dinero y luego dejaba una tarjeta negra con un círculo rojo y la silueta de una urraca. La Urraca. Nos enfrentamos a él en el banco de Silver City. Recuperamos el dinero, pero el ladrón logró escapar. Gygavolt, la unidad BRNRD 41, es decir, el robot policía, y yo, nos quedamos a tratar de controlar a las masas, arreglar el estropicio que habíamos causado y, por qué no, mejorar nuestras relaciones públicas. Incluso hubo una nota en el Silver Post sobre nuestra hazaña, es una lástima que no lo haya podido conservar, me hubiese gustado mostrártelo.

Luego de ese incidente no volvimos a ver a muchos de los héroes, incluida la unidad BRNRD 41. De todas maneras continuamos siendo alguna clase de equipo, aunque sin mucha cohesión, todos habían sido lobos solitarios, excepto por Gygavolt que deseaba lograr algo como la Freedom League, pero sin confianza entre nosotros y sin un lugar dónde refugiarnos, era muy difícil. A Viper lo conocimos más adelante, mientras cada uno por su cuenta investigaba sobre las drogas de diseño (MAX-X, Voyager666 y Zoom).  Era un día regular, yo veía las noticias en la televisión y un reporte especial me hizo decidir ir a Ciudad Zero tan rápido como me fuera posible. ¿Cuántas veces tienes la oportunidad de ver a un gorila gigante de cuatro brazos destruir una reserva natural?


Agillon
El lugar estaba sitiado por militares que se encargaban de mantener a los civiles a raya. Yo entré al  perímetro volando dentro de mi armadura de la Segunda Guerra Mundial. El panorama era desesperanzador: enormes árboles en el piso, unidades completas de militares hechas puré, tanques rotos como juguetes y un gigantesco animal enfurecido manoteando y bufando. Por suerte en la misma escena había elementos de apoyo, como Gygavolt, Funny-D, Atan y el, hasta entonces desconocido, Viper. El gorila resultó ser más fuerte de lo que pensamos, me atrapó y me azotó contra el piso. Por suerte mi armadura es súper resistente. Atan nos informó a todos, gracias a un vínculo mental, que el gorila era ciego. Usé mi arma sónica para distraerlo mientras nuestro amigo mentalista le entretenía con algunas ilusiones y Gygavolt se encargaba de los golpes. En algún momento, al chico bonito y a mí nos atrapó y nos hizo volar por los aires en diferentes direcciones. Regresamos tan pronto como pudimos, Gygavolt aprovechó el viaje para darle un contundente Smash y logró dejar al gorila inconsciente.

Ahí fue donde vi moverse al individuo con características serpentóides. Pronto los camiones de A.E.G.I.S. llegaron para llevarse al animal, al que llamaron Agillon. Gygavolt me ayudó a cargarlo y ponerlo en la grúa. Nos pidieron acompañarlos, yo me negué puesto que Funny-D nos había avisado, vía comunicador, que había encontrado a un niño pequeño. Los miembros de A.E.G.I.S. dijeron que irían por él y avisé a la payasita para que estuviera alerta. Enseguida accedí a ir con ellos. No había nada qué esconder ¿o sí? Los medios de comunicación hicieron lo suyo también en esta ocasión.

A.E.G.I.S.
En las instalaciones de A.E.G.I.S. estaban especialmente interesados en saber si yo era el Riveter original y cómo había llegado a su tiempo si había resultado perdido en batalla. Una mentalista se dio cuenta de que The Riveter es solo una armadura y obligó a Viper a hacer presión para que me quitara el traje. Por supuesto que me negué rotundamente y me apegué a la Quinta Enmienda. Al final Viper y yo acordamos vernos en un café de Ciudad Zero.

He de advertirte que Viper, aunque pesado y exigente, no es tan mala bestia, como dicen por ahí. Solo no sabe ser sutil y a eso súmale que yo estaba muy paranoica, en un tiempo que no era el mío, un equipo que había sido traicionado por su propio líder y acontecimientos de lo más extraños como el Agillon.

Vi a Viper en el café, me hizo algunas preguntas que respondí con una verdad a medias, la otra mitad eran mentiras que había ensayado con Michael, una coartada bien estudiada donde yo era mi propia nieta y era descendiente de los dueños de las empresas Nakamura-Tech. Viper trató de convencerme para registrarme en el programa de la Iniciativa Greatman para la regulación de los Meta Humanos; me vi en una situación donde mi opinión estaba dividida, aunque consideraba buena idea registrarme para continuar como el Remachador, si ese tiempo no era el mío y estaba buscando la manera de volver, dejaría un expediente inconcluso. No exterioricé mis pensamientos, debía hablar con Michael. En eso, nos enfrentamos a unos tipos que, claramente, habían consumido alguna de esas famosas drogas de diseño que dan características meta humanas a los humanos regulares; lo que no sabíamos era el efecto que podría producir uno de esos fármacos en un meta humano. Mi armadura estaba oculta en una van, algo lejos de ahí gracias a que a Viper se le ocurrió dar mil vueltas por la ciudad antes de elegir un lugar para tomar un café; así que solo pude defenderme usando la pistola que me había entregado Michael por si acaso. Acabamos con algunos de ellos, otros trataron de escapar. Viper fue tras ellos, atrapó a uno y lo constriñó como si fuera una serpiente, yo le disparé al otro en la rodilla haciéndolo caer, al instante vi que alguien más había tenido el mismo blanco que yo, un francotirador de posición desconocida había apuntado a la nuca del tipo pero yo había sido más rápida; solo quedó la perforación en la pared.

El equipo estuvo separado un tiempo hasta que hubo una fuga masiva de la cárcel de Silver City. Dos de los malhechores secuestraron un camión escolar y lo manejaron en dirección de Freedom City. Funny-D iba en camino. En cuanto nos enteramos los demás fuimos en su ayuda. Los tipos estaban lanzando niños por la puerta trasera cuando se sentían amenazados así que era un trabajo delicado. Luego de una aparatosa operación, en la que remachamos a los tipos al muro de contención, logramos poner a salvo a los niños. Funny-D y Atan se dispusieron a ir a buscar al resto de los prófugos, pero los detuvimos diciendo que debíamos asegurarnos de que los niños estuvieran bien antes, no podíamos dejarlos en medio de la carretera. En eso, un helicóptero se acercó. Quizá algún noticiario, o policía, fue lo primero que vino a la mente de algunos. Para mí un helicóptero no sonaba bien aunque la idea de los demás me relajó un poco, y ese error lo pagué caro. Un flashazo y luego nada.

Tierra árida sin sol, sin luna. Estábamos en medio de la nada. Esa sensación era la misma que en Diepe. くそ!

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